MÚSICA CLÁSICA - Salomón (o Salomone o Salamane) Rossi: virtuoso del violín, cantante y genial compositor de la transición europea del Renacimiento al Barroco. Fue contemporáneo de Monteverdi y otros genios de finales del siglo XVI y principios del XVII en Italia. El primero de los programas nos ayudará a retratar a Salomón Rossi como compositor de su época, conociendo su trayectoria vital, sus antecedentes y su proyección. En la segunda parte abordaremos su papel esencial en la historia de la música judía, al ser el primero en componer música polifónica para textos bíblicos en hebreo e incluso publicarlos.
Poco después de la expulsión de la España de los Reyes Católicos, la situación de los judíos empeoró también en el resto de Europa. La iglesia católica se enfrentaba entonces a sangre y fuego contra la reforma luterana. Los judíos se convirtieron, una vez más en su larga y reiterada historia de persecuciones e injusticias, en el chivo expiatorio de las tensiones sociales de ambas partes. La iglesia católica fue responsable en gran parte de este clima de intolerancia. El edicto de 1535 del papa Julio III ordenaba quemar todas las copias del Talmud e instaba al resto de italianos a seguir su ejemplo. En 1555, Pablo IV, bajo la justificación del deicidio, sólo permitía a los judíos dedicarse al comercio de poca importancia y a la strazzaria (la venta de ropa usada). El papado de Pio V (apodado “Martillo de los Judíos”) implementó en 1566 con firmeza las decisiones del Concilio de Trento. Utilizó la Inquisición como arma de poder, derogó las facilidades que su predecesor había otorgado a los judíos y reinstauró todas las restricciones impuestas por Pablo IV, entre ellas el uso de un gorro amarillo distintivo, las prohibiciones contra la tenencia de propiedad y de la existencia de más de una sinagoga por comunidad, así como la practica de la medicina con pacientes cristianos. Los miembros de las comunidades judías italianas empazaron a ser encerrados en determinados barrios de las ciudades llamados guetos. El primero sería el de Venecia en 1516, y luego vendrían los de Roma, Mantua, etc.
En medio de este clima convulso, la corte de los Gonzaga en Mantua era un remanso de paz relativa para los judíos. En esta ciudad lombarda, llamada Mantova en italiano, había a finales del siglo XVI más de dos mil judíos de un total de cincuenta mil habitantes. Los judíos aprovecharon el ambiente de tolerancia para descollar en el arte y en las tendencias humanistas. Sirva de ejemplo Gugliemo Ebreo Pesaro: bailarín, coreógrafo y maestro de danza de Isabella d’Este, además de autor de uno de los tratados de coreografía más importantes del siglo XV. Esta ciudad, como otras del norte de Italia, fue testigo y cuna del Renacimiento artístico entre los siglos XIV y XVI, y lo sería posteriormente de la ópera y el barroco. Durante el gobierno de duque Gugliemo Gonzaga, Mantua llegó a tener una capilla y una orquesta profesional permanentes que residían en el propio castillo. Su sucesor Vincenzo Gonzaga I se rodeó de los mejores músicos de entonces: Claudio Monteverdi, Giovanni Giacomo Gastoldi, Salomón Rossi, Jacques de Wert o Lodovico Grossi da Viadana. En aquella época había en Mantua una compañía de teatro judía, llamada Università Israelitica, cuyas funciones estaban originalmente dirigidas al público hebreo. Pero su calidad era tal, que pronto los duques comenzaron a invitarles a actuar en palacio delante de audiencias cristianas. Para esta compañía trabajó Salomón Rossi, pero sus partituras desgraciadamente no se han conservado y, junto a él, el dramaturgo Leone Sommo Portalone (autor del “Dialoghi sull’arte representativa”, la primera obra sobre arte escénico) y el coreógrafo Isaaco (o Jacchino
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