DE ACTUALIDAD - Una guerra, como la que Israel está librando desde la masacre terrorista de Hamás el 7 de octubre, afecta a todo el país y la gente se centra en las actividades más urgentes, entre las que, como es lógico, la cultura no parece la prioritaria. ¿Cómo debe enfrentarse a esta situación un museo? ¿Dejar simplemente que lleguen tiempos mejores y permanecer cerrados al público, o poner en marcha iniciativas viables incluso en tiempos tan trágicos como los que se están viviendo? ANU, el Museo del Pueblo Judío, ubicado en el campus de la Universidad de Tel Aviv, ha optado desde apenas un par de días desde el inicio de la conflagración por la segunda opción, poniendo en marcha muchas iniciativas que nos comenta su analista de márketing y proyectos, Dina Ergas.
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